Gracias a Jorge y al Covid
Primero aclaro que Jorge es mi papá. Soy hincha de Huracán desde antes que él sepa que será padre. Soy socio desde que tengo horas de nacido y voy a la Alcorta desde que empecé a tener un poco de conciencia de todo. Fuimos cuatro, porque tuve la suerte de ir junto con mi bisabuelo, abuelo y padre a la cancha. Siempre nos sentamos en los mismos lugares. Mientras caminábamos por Pedro Chutro, adelante mi viejo y yo de su mano y ellos cubriéndonos las espaldas. Cuando fuimos armando una línea de tres por la vereda, con mi abuelo como central y capitán, y ahora que somos dos, mantenemos ese ritual que nos permite casi de una manera absurdamente auto-impune, el correr de nuestros asientos a quien quiera ver un partido desde una de las mejores vistas del Ducó. En esos asientos vimos varios equipos memorables pero muchos más olvidables. Lloramos de alegría y de tristeza. Gritamos goles hasta la afonía y alguna que otra vez (?), insultamos rivales y a esos que dicen impartir justicia. Pasan lo...